Sara y Elena Concepción

Son hijas de Jesús Concepción, Maestro Panadero Artesano y de Mª Teresa Moreno. Han crecido entre los hornos del Obrador, pudiendo disfrutar, cada mañana desde que eran niñas, de los cálidos aromas del pan, del crujir de su corteza, del sabor tradicional.

Desde siempre han permanecido muy unidas, se han ayudado y apoyado, han compartido todo lo que tienen, incluso su vocación por la Salud.

Sara es Técnico Superior en Radioterapia y Dosimetría y está Graduada en Enfermería por la Universidad Europea de Madrid. Durante su formación como profesional de la salud, siempre se mantuvo unida a la Panadería, ocupando el puesto de Gerente Administrativo, el cual continúa desempeñando hasta el momento.

Elena dirigió su formación hacia el mundo de la Kinesiología, titulándose como Máster en Kinesiología PsicoNeuroIntegrativa y Coach Emocional, entre otras disciplinas. La Kinesiología y las Emociones para ella son, un pilar fundamental sobre el que sostiene su trabajo y su vida personal.

Ambas son muy conscientes de la importancia de la alimentación en la Salud, por lo que su proyecto se centra exhaustivamente en la elaboración de panes nutritivos y saludables, respetando Siempre los procesos de fermentación lenta con masa madre.

Alberto Barreno

Es una persona observadora, paciente, cuidadosa y muy tenaz. Siempre ha cumplido todos los retos que se ha propuesto.

Dirigió su formación hacia el mundo de la electrónica, titulándose como Técnico Superior en Desarrollo de Productos Electrónicos y Técnico Superior en Mantenimiento Electrónico.

Nunca imaginó que tras terminar sus estudios, su vida iba a dar un giro de 180º e iba a cambiar por completo su profesión. Si le hubieran preguntado hace unos  años que esto iba a ocurrir, habría arqueado las cejas. Pero lo cierto es que no solo cambió su profesión, sino que descubrió su vocación.

Todo empezó de forma muy inocente, escuchando las historias y anécdotas de Jesús, quien hasta el momento había dedicado su vida a la panadería. Su curiosidad le hizo interesarse cada vez más por el negocio, acercándose a el poco a poco, observando y aprendiendo… hasta que finalmente, se dio cuenta de que su interés por el pan iba más allá de la simple curiosidad… quería llegar más lejos y dedicarse a ello profesionalmente.

Fue en el año 2016 cuando tomó esta decisión y desde entonces, todos sus sentidos están puestos en el negocio, aprendiendo cada día, trabajando con ilusión y ofreciendo lo mejor de él.