¡YA LLEGÓ EL VERANO!
Sin duda un verano diferente a los demás, pero sin duda también un verano que no olvidaremos nunca,
¡un verano inolvidable!
En nuestras manos está cómo queremos recordarlo.
No sé tú, pero yo, disfrutando de la felicidad de las pequeñas cosas.
¿y qué es la felicidad sino la suma de muchos momentos felices?
A mí, personalmente, todo esto que estamos viviendo referente al covid-19, me ha ayudado a darme cuenta de que necesito muy poco, o bueno, quizá mucho, según lo quieras ver.
Poder estar cerca y contar con los míos, leer, aprender, y sobre todo descubrir el mundo con mi pequeña, ese mundo que la mayoría de las veces se encuentra en ver el vuelo de una mariposa, por ejemplo, son momentos de una felicidad infinita, ¿no crees?
Esta noche pasada fue el solsticio de verano, la noche más corta del año. Existen montones de rituales para la noche de ayer.
¿Tú haces alguno o tienes algún ritual personal?
Yo la verdad es que no, hasta este año nunca había dado ninguna importancia a este día, más allá de la alegría de que empieza el verano, los paseos con buen tiempo, las terrazas, la piscina o las vacaciones.
Pero ahora que me ha dado por pensar en ello, es sin duda un día mágico.
También empieza una bonita etapa, esta vez más que nunca, de reencuentros. Sobre todo en los pueblos, que se llenan de vida, de todos los que vienen a disfrutar del pueblo siempre en esta época del año. Muchos de los que sólo ves en esta etapa del año y que tanta ilusión hace volver a ver y sentir cerca.
Este año diferente, sin las fiestas patronales tan deseadas y preparadas siempre, pero no me cabe duda que encontraremos otras maneras de disfrutar y saborear juntos, como dije al principio, de hacer que tengamos un verano inolvidable.
Por todo esto me apetecía compartir contigo estas pequeñas reflexiones.
Por supuesto estaré encantada de leer tus reflexiones si te apetece contármelas.
Fdo. Sara Concepción Moreno